Beneficios de las clases de Drama en el desarrollo socioemocional de los estudiantes

Daniela Villanueva

Drama

El teatro es el arte que busca representar de la manera más fiel posible la experiencia del ser humano, en donde se viven tales experiencias de manera real bajo circunstancias imaginarias (Meisner y Longwell, 1987). Como mencionan los mismos autores (1987), aquellas personas que lo practican tienen que enfrentarse al desarrollo de ciertas habilidades que les permita emplear su cuerpo y psique como herramientas fundamentales de expresión artística. 

Debido a la misma naturaleza de la disciplina por la cual el estudiante necesita realizar un trabajo interno de autodescubrimiento, desde la psicología se han realizado diversos estudios para profundizar acerca de los beneficios en el desarrollo socioemocional que podría traer el practicar esta arte. Cobra relevancia esta indagación, pues abre las puertas a distintas formas de intervenir y contribuir al bienestar de las personas. 

Esta asociación entre las artes y psicología no es ajena en nuestro colegio, en donde uno de nuestros pilares es brindar una educación integral a los estudiantes. Nuestra malla curricular busca cumplir con este objetivo, siendo el curso de Drama un ejemplo de aquello. A continuación, se expondrán los beneficios más importantes que tiene el estudio de teatro, y por lo tanto las clases de Drama, en el desarrollo socioemocional de los estudiantes.

El primer beneficio se refiere a la construcción de sentido de autonomía y agencia en los niños y adolescentes. Durante las clases y a través de un ambiente de juego, estos se enfrentan a una constante toma de decisiones, en donde ellos mismos tienen que ir descubriendo distintas facetas para representar lo que se les pide (Hughes y Wilson, 2004). Exploran con la voz los distintos tonos y volúmenes, así como con el cuerpo los distintos gestos, poses y acciones. Incluso, en caso se realice una puesta en escena, los estudiantes podrían estar inmersos también en la toma de decisiones de la escenografía, vestuario, música, etc. En ese sentido, el practicar teatro los sumerge en un espacio fuera del contexto familiar en donde sus decisiones y acciones son las que, dentro de los parámetros establecidos de la clase, son necesarias e importantes para encaminar la forma de ser del personaje y obra.

Un segundo beneficio del curso de Drama en el desarrollo socioemocional de los estudiantes se refiere al desarrollo de empatía. Practicar este arte dramático conlleva a que los niños y adolescentes tengan que reflexionar para entender las acciones de los personajes, así como tratar de comprender también cómo se podrían sentir estos frente a los distintos escenarios que transcurren durante la obra (Lewandowska y Węziak-Białowolska, 2023; Verducci, 2000). De esta forma, estos espacios son un constante ejercicio para los niños y adolescentes de recordar y ejemplificar que existen otras formas de pensar y sentir más allá de las propias. 

En esa misma línea, un tercer beneficio recae en el desarrollo de la tolerancia. Al estar expuestos los estudiantes a una variedad de personajes que sienten y piensan de distintas maneras, se ha observado que los niños y adolescentes desarrollan una mayor tolerancia y aceptación en su día a día a la diversidad de opiniones y formas de ser de las personas (Greene et al., 2014; Lewandowska y Węziak-Białowolska, 2023).

Por último, un cuarto beneficio consiste en el desarrollo de habilidades sociales. El teatro es un arte que funciona en la creación colectiva y que, en la mayoría de las situaciones, se construye a través de la presencia de un otro en escena. En ese sentido, las clases de Drama están compuestas por otras personas de la misma edad que tendrán que socializar para que funcionen los ejercicios, brindándoles así a los estudiantes diversas oportunidades para relacionarse interpersonalmente con sus pares (Emunah, 1994; Tomasulo y Szucs, 2015).

Introducir un arte dramático en la vida de los individuos, especialmente en etapas de desarrollo cruciales como lo son la niñez y adolescencia, es un gran beneficio para el desarrollo de habilidades de manera lúdica. Como parte de nuestra filosofía pedagógica, buscamos que a través del movimiento y disfrute nuestros estudiantes también puedan desarrollar distintos recursos que les sirva para transitar su día a día de manera más amable y respetuosa con ellos mismos como con el otro. Las clases de Drama, por lo tanto, nos brindan esa oportunidad de poder construir en la práctica ciertas características como la autonomía, empatía, tolerancia y habilidades para la socialización en nuestros estudiantes, así como la posibilidad de acompañar como adultos este importante proceso. 

Referencias:

Emunah, R. (1994). Acting for real: Drama therapy process, technique, and performance. Brunner/Mazel Publishers.

Greene, J. P., Kisida, B., & Bowen, D. (2014). The educational value of field trips. Education Next, 14(1),78–86.

Hughes, J., & Wilson, K. (2004). Playing a part: the impact of youth theatre on young people’s personal and social development. Research in Drama Education, 9(1), 57-72.

Lewandowska, K., y Węziak-Białowolska, D. (2023). The impact of theatre on social competencies: A meta-analytic evaluation. Arts & Health, 15(3), 306-337.

Meisner, S. & Longwell, D. (1987). Sobre la actuación. La Avispa.

Tomasulo, D., & Szucs, A. (2015). The ACTing cure: Evidence-based group treatment for people with intellectual disabilities. Dramatherapy, 37(2–3), 100–115.

Verducci, S. (2000). A moral method? Thoughts on cultivating empathy through Method acting. Journal of Moral Education, 29(1), 87–99.

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