Hoy en día sabemos que los textos no se reducen al soporte escrito, sino que texto, en su sentido más amplio, hace referencia a un *tejido discursivo que podemos encontrar a través de diferentes medios, ya sean estos audiovisuales, escritos, sonoros o gráficos. Dentro de ese marco, los maestros recurrimos a distintas evidencias que nos permitan generar discusión en torno a un tema específico con dos objetivos. De un lado, apelar a los intereses particulares de cada grupo para despertar una mayor motivación y, por otro lado, ampliar y adaptar las estrategias de aprendizaje para atender los diferentes ritmos de aprendizaje en el aula.
En el curso de Social Studies tenemos como principal objetivo comprender fenómenos histórico-sociales para establecer conexiones con el presente y formar ciudadanos conscientes / de su entorno y con agencia para transformarlo. Una de las mejores maneras de hacerlo es recurrir a la cinematografía como medio para evidenciar alegorías de los procesos estudiados. A través de las películas, podemos analizar el comportamiento de los diferentes actores que crean la historia para, desde ahí, empatizar con ellos y tener una visión más completa de la historia.
No siempre necesitamos recurrir al documental o a la ficción histórica, podemos también encontrar conexiones significativas entre la fantasía y la realidad, siempre que prestemos atención a los discursos que subyacen a la narrativa principal, de modo que identifiquemos la problemática común al género humano.
Este trimestre, hemos utilizado el cine en tres grados diferentes como introducción a los fenómenos estudiados. En grado 11 estamos analizando el concepto de la “banalidad del mal” acuñado por la filósofa judía Hannah Arendt, como medio para comprender lo sucedido durante la segunda guerra mundial. Debido a eso, vimos la película que lleva su nombre (Hannah Arendt, 2012), donde se relata la experiencia de la autora escribiendo el libro “Eichmann en Jerusalem”, donde podemos explorar mejor su perspectiva personal respecto del concepto.
En grado 9, con quienes estamos estudiando acerca del absolutismo francés, vimos un extracto de la película “Vatel” (2000), en la que se retrata la vida de un cocinero y organizador de eventos que trabaja para el rey Louis XIV, con todo lo que eso implica. A partir de eso, logramos hacer una reflexión sobre cómo era la sociedad de la época y las dificultades que enfrentaba el pueblo frente a la monarquía de su tiempo.
Por último, en grado 8 estamos discutiendo acerca de las culturas “bárbaras” y lo que implica el uso de esa palabra para nombrar a otros grupos sociales, en relación a las dinámicas de poder que ésta establece. Como metáfora para comprenderlo mejor desde una perspectiva adolescente, vimos la película “El juego de Ender” (2013), que explora la relación entre la raza humana y una raza alienígena, mediada por el prejuicio y la falta de comprensión del otro desde la mirada de un adolescente de 12 años.
Es importante elegir películas que no solamente se relacionen con los contenidos trabajados, sino que también establezcan puntos de referencia cercanos para los estudiantes, ya sea por la temática o por el lenguaje que usan. Esto permite que no sólo sean experiencias pertinentes para los estudiantes, sino que también generen interés genuino en la discusión.
El arte, como representación simbólica de la realidad, nos ayuda a acercarnos desde nuestros afectos y conectar desde otros ángulos para poder generar aprendizaje significativo. A través del cine, nuestros estudiantes aprenden sobre el pasado y establecen conexiones con el presente. Al mismo tiempo, desarrollan habilidades para analizar los discursos, cuestionar los modelos de poder y comprender las emociones y decisiones de quienes construyen la historia contrastándola con sus propias decisiones.
Ello se alinea con lo que buscamos desde el curso de Social Studies, atravesar el ámbito de lo académico para formar estudiantes que piensen con autonomía, conecten el conocimiento con su entorno y asuman un rol activo como ciudadanos del presente, en consciencia del alcance de las decisiones individuales y colectivas.
* El origen latino de la palabra hace referencia a un tejido o entramado.