Viajar cambia la perspectiva de ver la vida. No se trata solo de visitar lugares lejanos, sino de descubrir quiénes somos cuando nos enfrentamos a nuevos desafíos. Un viaje internacional significa abrir la mente, fortalecer la autonomía y aprender a mirar el mundo con otros ojos. Cada experiencia fuera del aula se convierte en una lección para toda la vida: desde adaptarse a un entorno diferente, convivir con personas de otras culturas, hasta resolver imprevistos con creatividad.
Este año, cuatro de nuestros estudiantes vivieron una aventura inolvidable en Inglaterra gracias al programa ISCA (Independent Schools Cultural Alliance), una oportunidad única para crecer, aprender y soñar en grande.
Una experiencia cultural y educativa sin comparación
Durante tres semanas, nuestros estudiantes se sumergieron en lo mejor de la cultura británica, visitando lugares emblemáticos como la Torre de Londres, la catedral de San Paul, el museo británico, Stonehenge, los baños romanos y el histórico HMS Victoria, Catenbury y Oxford, entre muchos otros. Cada sitio visitado fue una ventana abierta a la historia y al patrimonio inglés, permitiéndoles comprender la relevancia de los hechos históricos que marcaron a la humanidad.
La estancia se realizó en Cranleigh School, un prestigioso colegio privado en el condado de Surrey al sur de Inglaterra. Allí, los estudiantes no solo disfrutaron de la vida en un internado inglés, sino que también participaron en actividades deportivas y recreativas, aprendiendo valores como el trabajo en equipo y la sana competencia.
Aprender inglés viviendo en inglés
Otro de los grandes logros de esta experiencia fue la mejora significativa en el dominio del idioma inglés. Nuestros estudiantes convivieron con jóvenes y profesores de más de 20 escuelas provenientes de diferentes países, teniendo como lengua común el inglés. Desde las conversaciones cotidianas hasta las visitas guiadas, cada interacción fue una oportunidad para practicar, ganar fluidez y sentirse seguros al comunicarse en un contexto real.
Ciudadanos globales en formación
Más allá de los aprendizajes académicos y lingüísticos, esta experiencia buscó formar ciudadanos globales: estudiantes que se reconocen como parte de una comunidad mundial interconectada, que se comprometen con los desafíos globales y actúan con empatía y respeto hacia todas las personas y culturas.
Cada actividad y cada recorrido se convirtió en una invitación a reflexionar:
¿Por qué estamos aquí?, ¿qué aprendemos de este hecho histórico?, ¿cómo se compara con nuestra propia historia?, ¿qué haremos con este nuevo conocimiento?.
Un viaje que quedará en la memoria
ISCA 2025 no fue solo un viaje, fue una experiencia que quedará grabada en la mente y el corazón de nuestros estudiantes, llena de aprendizajes, retos y momentos únicos: los lugares que exploramos, los amigos que hicimos, los problemas que resolvimos y las decisiones que tomamos.
Cuando nuestros estudiantes cruzan fronteras, llevan consigo curiosidad, ilusión y responsabilidad. Y regresan con algo mucho más valioso: confianza en sí mismos, resiliencia, habilidades para comunicarse en otro idioma y recuerdos que los acompañarán siempre. Más que un viaje, es una experiencia que marca su historia personal y académica, porque les enseña que el aprendizaje no tiene límites ni fronteras.