Leímos Ña Catita y visitamos el teatro Segura en el centro de Lima. Hicimos un viaje en el
tiempo leyendo la obra más conocida de Manuel Asencio Segura, reflexionamos acerca del
chisme en un podcast y cerramos con una visita al mismo teatro Segura. De paso
ingresamos también al Museo del Teatro Municipal. Ambos edificios están ubicados en el
centro de Lima.
Me sorprendieron varios hechos. Primero, que para algunos de mis compañeros esta fue la
primera vez que visitaron el Centro de Lima, para otros, incluso su primera vez en un teatro.
Vi cómo, para ellos, todo era nuevo y emocionante. Para los demás, nos llamó la atención
toda la historia que tiene el teatro Segura. La muy conocida actriz del virreinato, La
Perricholi, había actuado allí, cuando el teatro tenía otro nombre en ese entonces. A
muchos de nosotros nos pareció, por lo menos, extraño que después de que La Perricholi
tuviera una relación escandalosa con el virrey Amat bastante mayor que ella, tenga una
placa recordatoria en su honor. Luego nos explicaron que ella fue no solo la amante del
virrey, sino una gran gestora del arte en su tiempo. Lideró y administró el teatro principal de
Lima en ese entonces. Ingresamos, también, a la platea del teatro y pudimos observar lo
imponente, clásico y moderno de tal escenario. Los palcos dispuestos en forma de una lira y
con tres plateas altas. Además, hay una sala dedicada al himno nacional. En ellas pudimos
apreciar partituras antiguas, cuadros creados con IA, un clave antiguo y un calco de la
espada de Don Jośe de San Martín. En esta sala nos tomamos muchas fotos. Finalmente,
ingresamos al museo del teatro donde pudimos ver cariátides y anuncios de espectáculos
teatrales de los primeros años del teatro en el Perú.
Sin embargo, creo que esta visita cultural será recordada también por lo bien que la
pasamos entre compañeros. Estábamos dos grados juntos: décimo y undécimo. Esto
permitía que pudiéramos interactuar con otros compañeros y no solo con los del grado.
Hacer una clase fuera del colegio y con compañeros de otro grado es una buena idea.
Todos terminamos cansados, aprendimos mucho, pero también nos divertimos.
Desconectarse un poco del ambiente del colegio mientras descubrimos y aprendemos de la
vasta historia que tiene nuestro país es una gran experiencia. Personalmente, sí había
visitado antes el centro de Lima, aunque no el Teatro Segura. Ahora ya tengo ganas de
venir con mi familia a ver alguna función en este teatro.