Por Drago Kisic – Promotor educativo
Nuestro compromiso con la comunidad educativa va más allá de las responsabilidades básicas asociadas a la enseñanza. Es una promesa que trasciende las expectativas convencionales y se sumerge en un propósito más profundo: contribuir al bienestar integral de los estudiantes y su entorno, y fomentar el progreso del colegio y de la comunidad en general.
Este compromiso se expresa en la creación de un entorno educativo que no solo se limita a la enseñanza de contenidos, sino que se extiende al cultivo de valores, habilidades y competencias esenciales para toda la vida. De esta manera, nos proponemos generar aprendizajes que acompañen a los estudiantes de manera duradera, brindándoles las herramientas necesarias para enfrentar los retos de hoy y de mañana.
Lo que buscamos es formar individuos que no solo se adapten a los cambios, sino que también sean capaces de liderarlos, para que puedan tener un impacto positivo en la sociedad. Es un compromiso que requiere dar el ejemplo, guiar e inspirar a cada estudiante, y fomentar un ambiente educativo inclusivo, solidario y estimulante.
Además, entendemos que este aprendizaje continuo debe ser promovido a todos los niveles, lo que implica tanto el desarrollo académico como el bienestar emocional, social y físico de los estudiantes. Esto se logra con el compromiso de profesionales educativos que trabajen con propósito, pasión y una visión clara hacia el futuro. Son ellos quienes, a través de su ejemplo y dedicación, pueden inculcar en los estudiantes los hábitos de crecimiento y aprendizaje permanente.
En Nordic, buscamos expandir nuestra comunidad con individuos que exhiban un alto nivel de compromiso: aquellos que no solo compartan nuestra visión de un aprendizaje continuo y transformador, sino que también cuenten con una mentalidad de crecimiento y un propósito claro en todos sus quehaceres. Con este enfoque, buscamos generar un ciclo de aprendizaje y progreso que, además de beneficiar a nuestros estudiantes, tenga un impacto positivo y duradero en la comunidad en su conjunto.
Finalmente, el compromiso de las familias en la aplicación de estos principios es fundamental para respaldar y fortalecer este proceso educativo. Como los principales referentes de nuestros estudiantes, juegan un papel clave en la internalización de los valores, actitudes y habilidades que promovemos en la escuela. Su apoyo constante y su participación activa en el desarrollo de sus hijos permiten crear un entorno coherente y enriquecedor, tanto en el hogar como en la escuela, lo que facilita la formación integral de los estudiantes.