Por Teo Ruiz – Bibliotecaria
En el corazón de nuestra comunidad educativa, la biblioteca es mucho más que un espacio lleno de libros, es el motor del crecimiento académico y personal de nuestros estudiantes. Aquí, no solo se busca información, sino que se despiertan curiosidades, nacen ideas y se alimenta la creatividad, en un ambiente donde cada visitante se siente acogido y motivado a explorar.
Nuestros estudiantes disfrutan de acceso ilimitado a un vasto mundo de conocimiento, lo que les permite profundizar en los temas que más les apasionan y desarrollar habilidades fundamentales para su futuro, como la investigación y el pensamiento crítico. La biblioteca no solo les ofrece herramientas para identificar fuentes confiables, sino que también los guía en el análisis reflexivo y analítico.
Cada semana, los estudiantes disfrutan de un espacio dedicado para visitar la biblioteca y seleccionar libros en calidad de préstamo. Este valioso tiempo les ofrece la oportunidad de investigar, leer e inspirarse, permitiéndoles explorar más allá de los temas habituales del aula de manera autónoma. Acceden a una amplia gama de recursos que estimulan su curiosidad y les ayudan a desarrollar el hábito de la lectura.
La biblioteca se convierte, así, en una extensión del aula, donde los estudiantes descubren nuevas perspectivas, desarrollan el hábito de la lectura y encuentran inspiración para proyectos tanto académicos como personales, en un entorno diseñado para el aprendizaje autónomo y creativo.
Otra de sus bondades, es que ofrece un entorno tranquilo y acogedor, ideal para que nuestros estudiantes se concentren, estudien o se sumerjan en lecturas que los transporten a nuevos mundos. Es un espacio inclusivo, de encuentro y colaboración, diseñado para acoger a todos sin importar su nivel o intereses. Diseñado para acoger a todos, sin importar su rol, nivel o intereses, encuentran un lugar para crecer.
Por ello, es un punto de encuentro para compartir, donde los maestros y estudiantes organizan clubes de lectura y actividades que refuerzan el sentido de comunidad, creando lazos entre quienes disfrutan del poder de la palabra escrita.¡Nuestra biblioteca es el corazón vibrante de nuestra comunidad educativa: ¡un refugio del aprendizaje, la creatividad y la imaginación!